La obra que presentamos forma parte de “Studies in Roman Space and Urbanism”, colección que reúne estudios dedicados al mundo urbano de época romana que tienen como denominador común la aplicación de nuevas herramientas de análisis. En el caso que nos atañe el autor lleva a cabo la ambiciosa tarea de adentrarse en la investigación de la red urbana de la Hispania romana en el Alto Imperio apoyándose para ello en el empleo de grafos, instrumento originario del ámbito de las matemáticas discretas. Este trabajo fue desarrollado por Pieter Houten entre 2013 y 2018 en el marco del proyecto del ERC “An Empire of 2000 Cities”, constituyendo su tesis doctoral.
Todo intento de afrontar cualquier tipo de estudio dedicado al mundo urbano en época romana se encuentra indefectiblemente con el escollo de la ausencia de datos y el limitado alcance de los disponibles. El caso de las provincias hispanas, que a la sazón ha sido el abordado en esta obra, constituye un buen ejemplo de ello. Para la realización de su investigación, P. Houten genera un corpus de 430 centros de carácter urbano, 403 de los cuales han podido ser ubicados con una cierta precisión (pp. 158, 273-388). Si bien es una cifra que se aleja de los datos que proporcionan Plinio el Viejo ‒un total de 513 núcleos a los que asigna distintas categorías‒ (
El libro organiza sus contenidos en una parte introductoria (Cap. 1 y 2), una enunciativa o medular (Cap. 3 y epígrafes 4.1 a 4.4 del Cap. 4) y una de análisis (epígrafe 4.5 del Cap. 4, Cap. 5 y 6). Cada uno de los capítulos anticipa una presentación crítica de sus aportaciones, de manera que el apartado de Conclusiones (Cap. 7) que cierra este estudio es, en gran medida, una recopilación de los resultados aportados previamente. Esta estructura facilita que se pueda acudir a este libro para realizar consultas concretas, de manera que cada capítulo puede emplearse de manera autónoma respecto al resto.
El aparato gráfico incorpora un total de 79 figuras repartidas entre el Cap. 1 y el Cap. 6, donde este último concentra buena parte del total. Presentadas en blanco y negro y en formato de gran calidad, cumplen a la perfección con la función de ilustrar los argumentos y datos proporcionados en cada apartado. Incorpora también unos Apéndices que recogen el corpus de centros urbanos empleado en la investigación. La información que aportan está repartida en dos formatos complementarios: fichas y tabla. Dado que para acceder desde la tabla a los datos de un núcleo concreto es preciso emplear el identificador proporcionado en las fichas, su uso únicamente es posible tras visitar previamente la ficha correspondiente. Siendo así, podría haberse optado por descartar el formato tabla y unificar toda la información registrada en los Apéndices en las fichas.
El trabajo de P. Houten parte de una necesaria reflexión acerca de los centros urbanos (Cap. 1). En ella se esbozan los principales elementos tradicionalmente esgrimidos a la hora de discriminar qué núcleos deben ser adscritos a esta categoría ‒como el tamaño, su estatus jurídico, su monumentalidad, etc.‒. La revisión crítica de los mismos evidencia las dificultades que entraña elevar una definición capaz de incorporar estos criterios sin una cierta flexibilidad.
Previamente a profundizar en el mundo urbano del Alto Imperio el autor plantea una síntesis sobre el origen del mundo urbano en la península Ibérica (Cap. 2). Su objetivo es apuntar los principales motivos del desigual desarrollo urbano previo a la irrupción de Roma, elemento clave para entender ciertos aspectos que marcarán el posterior despliegue de su red urbana. Acude a los modelos elaborados por
Inicia a continuación la parte enunciativa de la obra, en la cual se procede finalmente a presentar los núcleos de carácter urbano. La práctica totalidad de los elementos registrados corresponden a la categoría principal, que es definida pormenorizadamente (Cap. 3). Para ello, el autor emplea de manera sistemática y minuciosa todas las fuentes disponibles. Así, acomete una revisión crítica de los principales textos disponibles ‒Plinio el Viejo y Claudio Ptolomeo‒ en la que se profundiza en la identificación de los centros urbanos que mencionan y en sus posibles categorías jurídicas. Incorpora asimismo la información que proporcionan los itinerarios conservados y las distintas fuentes epigráficas y numismáticas registradas para componer el mosaico de los centros de carácter urbano de toda Hispania, provincia a provincia (pp. 71-94). Durante la elaboración de este corpus P. Houten establece un subtipo dentro de estos centros correspondiente a los núcleos que carecen de un centro urbano, a los que denomina
Prosigue dedicando una atención especial a los núcleos secundarios o subordinados en los que también se identifican funciones urbanas (Cap. 4). Aborda las diferencias de categorización que se observan en la historiografía dedicada a este particular para, a continuación, analizar la información disponible en las fuentes clásicas acerca de los centros subordinados (pp. 131-140). Toda esta base permite elaborar una definición de las distintas formas que pueden presentar dependiendo de su función ‒asentamientos tipo poblado, asentamientos especializados y asentamientos agrícolas‒. Huelga advertir que, salvo en el caso de los asentamientos especializados (puertos, asentamientos mineros, complejos termales,
El registro de los centros urbanos da paso a la realización de distintos tipos de análisis sobre la red en la que se insertan. Este último bloque de contenidos inicia con un estudio sobre la interconectividad de los núcleos que conforman la red (Cap. 4, pp. 154-164). Para ello el autor acude a una investigación previa dedicada a las vías de comunicación en Hispania (
También se somete a examen la relación entre la monumentalidad de un centro y la importancia y conectividad del mismo (Cap. 5). Tras una reflexión acerca de los distintos tipos de monumentos y de su validez a la hora de establecer el nivel de monumentalidad de un núcleo (pp. 178-192), se contempla utilizar como indicador la presencia de teatros, anfiteatros y circos.
Otro de los factores que tradicionalmente se ha considerado como uno de los elementos clave a la hora de determinar si un centro pertenece o no a una categoría urbana ‒su tamaño‒ ocupa el último de los apartados dedicados al análisis de la red urbana (Cap. 6). Recurre para ello al
La conclusión del último bloque constituye un intento por parte del autor de proporcionar soluciones a los problemas provocados en la red urbana propuesta a causa de la ausencia de centros en el corpus (pp. 244-256). La confrontación que realiza entre los distintos condicionantes físicos del poblamiento (precipitaciones, altitud, variación de altitud del terreno y fertilidad de la tierra) con la red urbana presentada muestra la ubicación más probable de los centros no identificados, lo que constituye un punto de partida para futuras investigaciones.
Esta publicación de P. Houten es un trabajo altamente recomendable. Se trata de una investigación complicada y valiente, tanto por el tema de estudio escogido como por la ingente cantidad de información manejada en el proceso. A lo largo del mismo logra demostrar una serie de premisas que, pese a ser tradicionalmente asumidas como ciertas (como la relevancia de las ciudades más destacadas dentro de la red urbana), precisaban ser confirmadas mediante una investigación precisa y meticulosa. Del mismo modo, profundiza adecuadamente cuando los resultados de sus análisis proporcionan desviaciones inesperadas con el fin de explicar sus posibles causas. En definitiva, esta obra es una gran aportación a los estudios del mundo urbano de época romana, consolidando las bases de una metodología que, pese a haber sido empleada con anterioridad, ha sido especialmente depurada para su aplicación a este caso de estudio.