Archivo Español de Arqueología 95
enero-diciembre 2022, e23
ISSN: 0066-6742, eISSN: 1988-3110, ISSN-L: 0066-6742
https://doi.org/10.3989/aespa.095.022.res05

Reseña de / Review of: Ignasi Grau Mira y Diego Ruiz-Alcalde (Coords.), La Necrópolis Protohistórica y Romana de Les Casetes-Sector Jovada (La Vila Joiosa, Alacant). Espacios, prácticas y rituales funerarios en el litoral de la Contestania (ss. VII ane-V dne), con textos de Alba Comino Comino, Sheila Sancho Peris, Antonio Espinosa Ruiz, Esther Berral Sabater, Miguel Sánchez Signes, Humberto García Colomina, M. Pilar Iborra Eres y Agustín Galiana Soriano, Colección Arqueologías, Serie Ibera 10, Universidad de Jaén, Jaén, 2021, 512 pp. ISBN: 978- 84-9159-444-4.

Susana González Reyero

Instituto de Historia, CCHS-CSIC

https://orcid.org/0000-0002-3887-6230

CONTENIDO

La relación de las sociedades antiguas con la muerte debió ser mucho más amplia de la contenida en las necrópolis, pero el registro funerario sigue siendo una vía fundamental para aproximarnos a la respuesta social ante esa muerte. La pérdida de un miembro de la comunidad era un acontecimiento potencialmente crítico que sumaba, a la propia defunción, una oportunidad de reorganización y competición, introduciendo así una cierta desestabilización en el sistema. En numerosas sociedades esta situación desencadenó la realización de una serie de acciones rituales destinadas a posibilitar el tránsito del difunto conforme a determinadas cosmovisiones, a la vez que recordaban a los supervivientes las normas básicas de la comunidad. Tumbas y ajuares contribuyeron a construir determinadas personas sociales, siendo la lectura social del registro funerario una vía fundamental para asomarnos a la complejidad en la organización y a la institucionalización de la desigualdad. Por ello los espacios funerarios vienen siendo claves en el estudio de la estructura social de las sociedades antiguas, teniendo en cuenta que las personas sociales representadas están mediadas por factores diversos, como la propia ritualización simbólica de funciones del espacio funerario o la interacción de aspectos públicos y privados propia de estos contextos. En todo caso, la práctica ritual hacía que el evento negativo se transformase en una oportunidad para actuar socialmente. La acción ritual mediaba, negociaba y construía relaciones, memoria e identidad entre los grupos, la comunidad y los antepasados y, al basarse en la práctica, conllevaba la posibilidad del cambio. La respuesta social ante la muerte se convertía así en un escenario para la construcción cosmológica y política.

Este camino, de la identificación y materialidad potencial de las acciones rituales al estudio de la estructura social, es el que se aborda en esta obra. El caso de estudio es la necrópolis de Les Casetes-Sector Jovada de La Vila Joiosa (Alacant), un espacio funerario de larga diacronía vinculado a la ciudad de Alon/Allone. La intervención arqueológica sobre 108 tumbas y 9 depósitos, junto a otros elementos como un horno y una calzada romana, permiten asomarnos al análisis de comportamientos funerarios que cubren más de mil años de historia antigua de la región. El sector Jovada se une así a los espacios funerarios ya identificados en esta importante ciudad antigua, en las rutas marítimas entre Eivissa y La Fonteta, señalados como uno de los descubrimientos más importantes de los últimos decenios por el número de tumbas y ajuares (Abad y Sala, 2020-2021, p. 23Abad Casal, L. y Sala Sellés, F. (2021-2022). “Los últimos siglos del primer milenio a.C. en el oriente de Iberia”. En: Bendala Galán, M. y Castelo Ruano, R. (Eds,). La baja época de la cultura ibérica 40 años después, Boletín de la AEAA 51, pp. 17-38.).

La publicación es fruto de una triple colaboración, entre el Servicio Municipal de Arqueología de La Vila Joiosa y la Universitat d´Alacant, en cuanto al estudio arqueológico propiamente dicho, y la Universidad de Jaén en la edición y publicación. La culminación de este proyecto permite subrayar que el trabajo conjunto entre las llamadas arqueología de gestión y academia es una fórmula, diría que necesaria, que permite dar a conocer amplios conjuntos de datos arqueológicos que son indispensables para avanzar en propuestas y modelos sociales. En este sentido la obra da continuidad y es coherente con lo expresado previamente por parte del equipo en cuanto a la búsqueda de fórmulas y de un equilibro entre la generación de datos primarios, cuyo mayor caudal se produce en la arqueología de gestión, y su integración y transferencia a la sociedad y a la investigación. A la colaboración entre estas dos entidades se ha unido el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, que publica esta obra en su colección Arqueologías.

Esta afortunada colaboración se concreta en 512 páginas en edición a color que se estructura en tres partes diferenciadas. Tras la introducción encontramos una primera, dedicada a la exposición de los trabajos desarrollados, incluyendo la excavación de cada tumba o depósito. El catálogo de los mismos aporta información contextual relevante y una parte gráfica que, con las plantas y secciones de la mayoría de los depósitos, así como la documentación de los ajuares, proporciona una base empírica contrastable para la interpretación que se ofrecerá después. Hay criterios que podrían debatirse, como la presencia de restos humanos en cantidades muy escasas para diferenciar tumbas y depósitos pero, en todo caso, no parece que su ajuste hubiese variado sustancialmente los porcentajes entre ambas categorías, además de recordarnos las fronteras difusas entre estas prácticas rituales, así como nuestras dificultades clasificatorias en estos contextos.

La segunda parte de la obra está dedicada a las fases funerarias, la lectura espacial y la interpretación social de la necrópolis. Para ello me parece central la adopción de una perspectiva integral respecto al análisis de las estructuras, los ajuares u ofrendas y del análisis de su distribución espacial, como forma de avanzar en la comprensión de los procesos locales y de su diacronía. Se distinguen fases que van desde el Hierro antiguo (fines del s. VII-mediados del s. VI a. n. e.), al Ibérico antiguo e inicios del pleno (mediados s. VI a. n. e.-s. V a. n. e.), el Ibérico final (s. II-I a. n. e.) y dos fases de época romana, una altoimperial (ss. I-II d. n. e.) y otra datada entre los ss. II y V d. n. e. En cada fase se avanza en la caracterización de aspectos rituales y religiosos al tiempo que se valoran cuestiones sociales y económicas y se argumentan procesos de construcción de memoria, destacando la creación de genealogías. Por último, la tercera parte está dedicada a estudios temáticos como el estudio antropológico de las cremaciones, los restos faunísticos y la malacofauna, que son algunos de los múltiples que pueden realizarse en este tipo de contextos, lo que deja margen de actuación para estudios futuros.

El estudio de estos nuevos contextos de La Vila Joiosa permite contribuir en varios frentes a la investigación actual. Su amplia diacronía es relevante y suscitará sin duda su incorporación a estudios y debates en cada una de las fases. Las dos primeras son las que a mi juicio plantean especial interés lo que, unido a la brevedad de esta reseña y a mi propia especialidad, hará que me centre en ellas. Por una parte, los autores subrayan que los espacios funerarios de Les Casetes presentan objetos o características hasta entonces inéditos en el ambiente regional del Hierro antiguo, algunos de los cuales se identificarán después en otros contextos. Entre ellos destaca la considerable extensión del espacio funerario, su disposición en agregados, intermitente y lineal respecto a un eje de comunicación relevante, así como la presencia de objetos originales y novedosos. Algunos de estos objetos, como los huevos de avestruz, ciertos adornos de plata (tumba 465) o sellos (tumba 445), pueden vincularse a un ambiente cultural semita. El análisis de este tipo de objetos suele escapar con dificultad a una interpretación identitaria dualista, en términos de fenicios o indígenas, aunque se haya señalado recurrentemente los problemas que ello conlleva. Parece más fructífero analizar las formas en que, como hacen los autores, esos objetos y prácticas se interrelacionan de manera creativa y original, sugiriendo que estas personas definieron su identidad con elementos procedentes de esa esfera cultural semita, pudiendo ser de procedencia foránea o teniendo un contacto frecuente con estas poblaciones, pero teniendo en cuenta que “no tiene sentido definirlas en términos identitarios como locales o foráneas, pues ambos rasgos se entremezclan en su composición” (p. 326). En realidad, buscamos comprender cómo se configuraron las relaciones locales, entendiendo que determinados objetos foráneos se integran localmente por su adecuación o contribución a sistemas locales de significado y que estos son los que nos pueden permiten avanzar en la comprensión de cómo se configuraron nuevas relaciones de poder. Para ello resulta determinante la incorporación de otros elementos, que pueden interpretarse como creaciones locales. Un ejemplo serían las tumbas de pozo, que inauguran el espacio funerario y que aúnan una práctica incineradora in situ con una estructura que recuerda las tumbas de inhumación (Vives-Ferrándiz, 2005, p. 196Vives-Ferrándiz Sánchez, J. (2005). Negociando encuentros. Situaciones coloniales e intercambios en la costa oriental de la Península Ibérica (ss. VIII-VI a.C.). Cuadernos de Arqueología Mediterránea, 12. Barcelona: Universitat Pompeu Fabra.). Otra novedad, las miniaturas de alcotana que aparecen en las tumbas 445 y 519, plantean la posibilidad de ser un elemento identificativo de un grupo que, al hallarse en tumbas de la centuria siguiente como las 485 y 496, podría leerse como un posible vínculo intergeneracional. El espacio funerario plasmaría así que el contacto cultural había eclosionado en nuevas realidades sociales.

Realmente, dentro del contexto de contacto cultural y de generación de sociedades locales del Hierro antiguo, los procesos identificados en La Vila pueden estar relacionados, además de con un contexto costero y la consiguiente integración en redes mediterráneas, con la existencia de un proceso de formación de un centro destacado, en la línea de los procesos de emergencia social en núcleos complejos que se detectan en amplios espacios del sureste y sur peninsular. Esta lectura tiene, como señalan los autores, limitaciones por las dificultades actuales para reconocer un hábitat destacado de esas cronologías en el cerro del actual casco antiguo de La Vila, aunque los datos parecen excluir la existencia de un hábitat en llano. Deberemos esperar por tanto a que futuros trabajos puedan caracterizar mejor este proceso, cuyos indicadores se están seguramente visibilizando en el espacio funerario. De hecho, el modelo de sociedades de Casa que proponen los autores se ha relacionado con períodos de transformación estructural significativa.

El segundo tema que quería mencionar tiene que ver con las consecuencias de estos procesos de cambio del Hierro antiguo y, en concreto, con las sociedades que surgen entonces, que convenimos en llamar iberas. La interpretación que proponen los autores se integra plenamente en el debate actual sobre los modelos sociales iberos. Para ello es clave la lectura espacial de estructuras y ajuares, en una línea que ha mostrado ya su utilidad en casos como el de Baza (Ruiz, Rísquez y Hornos, 1992Ruiz, A., Rísquez, C. y Hornos, F. (1992). “Las necrópolis ibéricas en la alta Andalucía”. En: Blánquez Pérez, J. y Antona del Val, V. (Coords.). Congreso de Arqueología Ibérica: Las Necrópolis. Serie Varia 1. Madrid: UAM, pp. 397-430.). En nuestro caso, los autores argumentan que la distribución espacial en agregados de tumbas y la coexistencia de varias tumbas relevantes se adecúan, entre otros, a una estructura social caracterizada por poderes parcelados, de naturaleza heterárquica. El registro funerario analizado se vincula así a la propuesta de paisajes sociales heterárquicos que se ha venido argumentando desde hace años para amplias zonas de la Comunitat Valenciana y de Murcia (entre otros, Vives-Ferrándiz, 2013Vives-Ferrándiz, J. (2013). “Del espacio doméstico a la estructura social en un oppidum ibérico. Reflexiones a partir de La Bastida de les Alcusses”. En: Gutiérrez Lloret, S. y Grau Mira, I. (Eds.). De la estructura doméstica al espacio social. Lecturas arqueológicas del uso social del espacio. Alacant: Universitat d’Alacant, pp. 95-111.; Grau y Vives-Ferrándiz, 2018Grau Mira, I. y Vives-Ferrándiz, J. (2018). “Entre casas y comunidades: formas de organización y relación social en el área oriental de la península ibérica (siglos V-II a.n.e.)”. En: Rodríguez, A., Pavón, I. y Duque, D. M. (Eds.). Más allá de las casas. Familias, linajes y comunidades en la protohistoria peninsular. Cáceres: Universidad de Extremadura, pp. 73-109.). Dentro de las sociedades de Casa, estaríamos en un modelo social menos jerarquizado que el consolidado modelo de los linajes clientelares. Los oppida y territorios serían menos extensos y con una alta competencia, dinamismo y negociación del poder. La propuesta se adecúa mejor al registro arqueológico de estos territorios, donde por ejemplo los elementos diacríticos asociados a los grupos dirigentes se identifican tanto en los oppida como en el heterogéneo poblamiento circundante. Así, mientras el modelo del linaje clientelar se ajusta entre otros a la Alta Andalucía, donde el oppidum expresa el poder de un linaje clientelar que articula la sociedad y construye un territorio político, hasta el punto incluso de ser la única forma de habitar el paisaje, los paisajes heterárquicos plasman poderes corporativos, sin evidencias de linajes con poderosos aristócratas a la cabeza, sino más bien instituciones no personalistas que se asocian a sociedades de Casa.

El estudio del registro funerario vuelve a ser fundamental en este debate, como tantas otras veces en el estudio de las sociedades iberas, aunque no deberíamos olvidar que las propuestas procesuales vinculaban el análisis de la estructura social a partir de las necrópolis a su complementariedad con el registro de los asentamientos (Chapa, 2006, p. 28Chapa, T. (2006). “Arqueología de la muerte: aspectos metodológicos”. Anales de Arqueología Cordobesa 17, pp. 25-46.). De momento, se subraya que varias tumbas poderosas coexisten en la inauguración misma del espacio funerario. Es interesante que estas tres tumbas de pozo (435, 445 y 503) son busta, a diferencia de la cremación secundaria que se generalizará después, y que a dos de ellas se asocian objetos como los huevos de avestruz, interpretados por los autores como elementos de uso litúrgico que exceden el carácter personal, adentrándonos así en el debate de las estructuras intermedias entre el grupo familiar parental y la comunidad, donde estarían las Casas. Este uso litúrgico para las identidades sociales representadas tiene indudable interés, así como su coexistencia y dispersión en varias tumbas a lo largo del sector Jovada y el central de Les Casetes, lo que permite plantear alternativas al liderazgo inequívoco de un linaje destacado. El registro se adecúa mejor a una lectura en la que varias tumbas, que dejan un espacio de respeto entre ellas, ostentan objetos semejantes y podrían competir por el poder (Grau y Vives-Ferrándiz, 2018, p. 79Grau Mira, I. y Vives-Ferrándiz, J. (2018). “Entre casas y comunidades: formas de organización y relación social en el área oriental de la península ibérica (siglos V-II a.n.e.)”. En: Rodríguez, A., Pavón, I. y Duque, D. M. (Eds.). Más allá de las casas. Familias, linajes y comunidades en la protohistoria peninsular. Cáceres: Universidad de Extremadura, pp. 73-109.). Otros objetos, como el thymiaterion de la tumba 17 del sector Central de les Casetes o el objeto de apliques de la tumba 503, excederían también el carácter personal y se interpretan igualmente como indicadores de aspectos corporativos. En cualquier caso, lo cierto es que estas tumbas relevantes del amplio espacio funerario parecen estar lejos del modelo de una monarquía sagrada.

Junto a la identificación de rasgos corporativos, la caracterización de la estructura social tiene un elemento relevante en la legitimación de la descendencia. Para ello es fundamental el estudio antropológico, que ha identificado a mujeres y niños y permite señalar que, entre las tumbas principales que articularon el espacio funerario de los primeros momentos hubo tanto hombres como mujeres, con una presencia destacada de estas últimas, como mostrarían las tumbas 503 y 435 del Sector Jovada y las 9 y 17 del sector Central de Les Casetes. Esta constatación permite retomar el debate de los últimos decenios sobre la necesidad de incorporar diferentes grupos sociales al discurso histórico y, en particular, de grupos subestimados tradicionalmente como mujeres, niños y ancianos. Su identificación en tumbas relevantes, como ya ocurrió en casos como la tumba de la Dama de Baza, pone sobre la mesa la necesidad de reflexionar sobre la vinculación de determinadas mujeres con las estructuras de poder, un tema relevante que está teniendo un desarrollo que va más allá de esta obra y de La Vila (Grau, Comino, 2021Grau Mira, I. y Comino Comino, A. (2021). “Mujeres en los modelos sociales y las estructuras de poder del sureste de Iberia (siglos V-IV a. n. e.): una lectura desde los espacios funerarios”. Trabajos de Prehistoria, 78 (2), pp. 309-324. DOI: https://doi.org/10.3989/tp.2021.12278 ).

Para esta discusión es clave la identificación de elementos arqueológicos como posible materialización de ese papel de determinadas mujeres o niños en las estructuras de poder y, en el caso de las mujeres, de su capacidad para transmitir derechos a su descendencia. Esto nos situaría ante una articulación de la descendencia acorde a fórmulas de carácter cognaticio bilateral, que se vincula al modelo de sociedades de Casas y se diferencia de las fórmulas unilineales asociadas a los linajes gentilicios. Se ha planteado una posible coexistencia entre ambos sistemas de filiación, cognaticia y unilineal, en cuanto estructuras capaces de soportar la integración de grupos sociales no consanguíneos (Ruiz y Molinos, 2018, p. 55Ruiz, A. y Molinos, M. (2018). “Genealogía, matrimonio y residencia en el proceso político de los iberos del Alto Guadalquivir”. En: Rodríguez, A., Pavón, I. y Duque, D. M. (Eds.). Más allá de las casas. Familias, linajes y comunidades en la protohistoria peninsular. Cáceres: Universidad de Extremadura, pp. 41-72.). En cualquier caso, la expresión material de las dotes se argumenta aquí a partir de la presencia de objetos de orfebrería. En el panorama de habitual escasez de objetos de oro de las necrópolis ibéricas, Les Casetes presenta siete tumbas femeninas con elementos de oro, interpretados como la sanción simbólica de esas dotes y de una riqueza transmitida por vía femenina. La adición de cuentas diversas en algunos de los collares identificados plantea que fuesen intergeneracionales, ¿parte quizás de la riqueza depositada en la Casa? Lo cierto es que el simbolismo de determinados collares se viene reconsiderando, en parte por la identificación de nuevos ejemplares como el de la dama de Baza, inadvertido hasta que la escultura se ha estudiado mediante técnicas como la polarización cruzada (Chapa et al., 2021Chapa, T., Belén, M., Rodero, A., Saura, P. y Asiaín, R. (2021). “La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía”. Boletín del Museo Arqueológico Nacional 40, pp. 47-66.). La larga sarta de pequeñas cuentas o cordones anudados de Baza debía ser relevante para la mostración y los significados de la Dama, puesto que se pintó aún debajo del conjunto de joyas de la escultura.

En suma, hay que felicitar a los autores e instituciones implicadas porque esta colaboración ha cumplido sobradamente los objetivos en cuanto a dar a conocer el registro obtenido en esta intervención arqueológica, poniendo los datos al servicio de la investigación, al tiempo que se hace una aportación relevante al debate actual sobre las sociedades del Hierro antiguo y los modelos sociales iberos. Varios temas serán seguro objeto de un desarrollo futuro y personalmente no puedo dejar de alegrarme de que grupos sociales antes subestimados, como las mujeres y los niños, se sitúen ahora en el centro del debate sobre los diversos modelos sociales que pudieron coexistir o sucederse en el ámbito ibérico. La investigación sobre los espacios funerarios, pese a ser un tema intensamente trabajado en décadas pasadas, se revela de nuevo como fundamental para realizar lecturas espaciales y sociales renovadas, enriqueciendo el debate sobre estas sociedades. Casos de estudio como este ayudan a caracterizar mejor la heterogeneidad que reconocemos en el mosaico de territorios iberos, avanzando en un debate sobre los modelos sociales que protagonizaron los procesos de complejidad social y urbanización de amplios territorios peninsulares durante el I milenio a. n. e.

BIBLIOGRAFÍA

 

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Chapa, T. (2006). “Arqueología de la muerte: aspectos metodológicos”. Anales de Arqueología Cordobesa 17, pp. 25-46.

Chapa, T., Belén, M., Rodero, A., Saura, P. y Asiaín, R. (2021). “La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía”. Boletín del Museo Arqueológico Nacional 40, pp. 47-66.

Grau Mira, I. y Comino Comino, A. (2021). “Mujeres en los modelos sociales y las estructuras de poder del sureste de Iberia (siglos V-IV a. n. e.): una lectura desde los espacios funerarios”. Trabajos de Prehistoria, 78 (2), pp. 309-324. DOI: https://doi.org/10.3989/tp.2021.12278

Grau Mira, I. y Vives-Ferrándiz, J. (2018). “Entre casas y comunidades: formas de organización y relación social en el área oriental de la península ibérica (siglos V-II a.n.e.)”. En: Rodríguez, A., Pavón, I. y Duque, D. M. (Eds.). Más allá de las casas. Familias, linajes y comunidades en la protohistoria peninsular. Cáceres: Universidad de Extremadura, pp. 73-109.

Ruiz, A. y Molinos, M. (2018). “Genealogía, matrimonio y residencia en el proceso político de los iberos del Alto Guadalquivir”. En: Rodríguez, A., Pavón, I. y Duque, D. M. (Eds.). Más allá de las casas. Familias, linajes y comunidades en la protohistoria peninsular. Cáceres: Universidad de Extremadura, pp. 41-72.

Ruiz, A., Rísquez, C. y Hornos, F. (1992). “Las necrópolis ibéricas en la alta Andalucía”. En: Blánquez Pérez, J. y Antona del Val, V. (Coords.). Congreso de Arqueología Ibérica: Las Necrópolis. Serie Varia 1. Madrid: UAM, pp. 397-430.

Vives-Ferrándiz Sánchez, J. (2005). Negociando encuentros. Situaciones coloniales e intercambios en la costa oriental de la Península Ibérica (ss. VIII-VI a.C.). Cuadernos de Arqueología Mediterránea, 12. Barcelona: Universitat Pompeu Fabra.

Vives-Ferrándiz, J. (2013). “Del espacio doméstico a la estructura social en un oppidum ibérico. Reflexiones a partir de La Bastida de les Alcusses”. En: Gutiérrez Lloret, S. y Grau Mira, I. (Eds.). De la estructura doméstica al espacio social. Lecturas arqueológicas del uso social del espacio. Alacant: Universitat d’Alacant, pp. 95-111.